La Edad de Hielo alteró el clima

La Edad de Hielo alteró el clima

Perturbaciones en las corrientes oceánicas del Atlántico Norte por masas de hielo derretido drenado desde el Ártico marcaron abruptos enfriamientos climáticos ocurridos tras la última Edad de Hielo.

Raymond Bradley, director del Centro de Investigación de Sistemas Climáticos de UMass Amherst, y Alan Condron, científico investigador en Woods Hole, explican que los geólogos han considerado muchas teorías sobre inmersiones abruptas en condiciones “similares a las glaciares” desde que los últimos glaciares de la edad de hielo se retiraron, especialmente un periodo muy frío hace unos 12 mil 900 años, conocido como Dryas Reciente.

El impacto de meteoritos y las erupciones volcánicas se propusieron para explicar estos episodios, pero la evidencia no convence, agregan.

Ahora Condron y Bradley dicen que tienen nueva evidencia de que la ruptura periódica del espeso hielo marino del Ártico afectó en gran medida el clima. Publicaron los resultados de su investigación en Geology.

El derretimiento de este hielo provocó inundaciones de agua dulce en los mares cerca de Groenlandia, Noruega e Islandia hace entre 13 mil y ocho mil años, lo que desaceleró la fuerza de la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC). Dicen que sus experimentos muestran que había suficiente agua fría y dulce para alterar los patrones de circulación de la temperatura de la sal del océano y desencadenar un enfriamiento climático abrupto.

Citan relatos “mantenidos por los primeros exploradores del Ártico, que señalan que el Océano Ártico estaba cubierto por hielo considerablemente más grueso de lo que se ha observado en los últimos 30-40 años”.

Añaden que, si bien “el reciente calentamiento climático en el Ártico ha causado que mucho de este hielo viejo y espeso se rompa y derrita, también se informó sobre grandes estructuras de hielo a principios del siglo XX, incluyendo témpanos utilizados como estaciones de investigación científica por Estados Unidos y Rusia hasta la Guerra Fría”.

Añadieron que, a medida que las capas de hielo se retiraron y el nivel del mar aumentó, los cambios en la circulación atmosférica y las inundaciones terrestres hicieron que este hielo fluyera hacia el mar a través del estrecho de Fram, al este de Groenlandia, donde se derritió y refrescó los mares nórdicos lo suficiente como para debilitar la circulación atlántica.

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